lunes, 9 de agosto de 2010

Los misterios en la Wicca



(The Wiccan Mystic, de Ben Gruagach, pg 53)

Algunos autores wiccanos insisten en que los misterios no deben revelados verbalmente sino que deben ser experimentados. Esto tal vez se deba, a un intento de evasión para pretender y mantener el secretismo, la sensación de que la Wicca es todavía un grupo exclusivo fuera del ámbito de lo mundano.

En los sistemas religiosos místicos, aquellos que han logrado obtener por un momento la comunión divina parecen no tener ningún problema con intentar describir sus experiencias, compartirlas con otros a través de la libre expresión. De hecho, a menudo son los que se consideran místicos los que hacen que el arte sea más convincente. Generalmente a un poeta, pintor o escultor que trate de expresar su experiencia mística no se lo desalienta activamente a que comparta su experiencia. Es cierto que hubo un tiempo, y todavía hoy en muchas circunstancias, mantener en secreto el camino espiritual es necesario para evitar la persecución o la discriminación. Sin embargo la sociedad occidental está cambiando y cada vez es más común que los wiccanos y otros paganos admitan abiertamente su fe. También es posible expresar el conocimiento espiritual de uno a través del arte sin identificar específicamente la afiliación o título religioso. Tal vez las razones detrás del código de silencio de la Wicca acerca de los misterios necesitan ser evaluadas y examinadas de nuevo, por lo menos para algunos casos. Hay diferentes formas de secreto con respecto a los misterios que funciona bastante bien para los otros grupos espirituales. ¿Por qué los wiccanos insisten en secrecía total, incluso al hablar con otros wiccanos? Esta política hace caso omiso de los beneficios de compartir y tratar de expresar lo inexpresable.

Los misterios, sean místicos, ocultos o mundanos, se aprecian mejor cuando se experimentan directamente. Podemos y debemos buscar la inspiración de toda fuente que consideremos apropiada y deberíamos valorar la experiencia directa en vez de la revelación de segunda mano. Tratamos de provocar experiencias directas con lo Divino para que podamos ver por nosotros mismos qué es lo que los adeptos y los místicos están hablando. Podemos leer todo acerca de la amistad, por ejemplo, pero hasta que usted no haya encontrado un amigo y haya sido un amigo para otra persona tanto en los buenos y malos momentos, no podrá apreciar lo que es realmente la amistad. Sin embargo, insistir en que no debemos experimentar la amistad quedaría solo en palabras y arte, parece bastante equivocado, y de hecho, podría verse como un intento de minimizar el impacto de la experiencia.

Algunas de las más grandes obras de arte son el resultado de los esfuerzos por explicar o encarnar la experiencia mística. Nadie sugiere realmente que el arte sustituye a la experiencia real. De hecho, cuando el arte tiene éxito, se recomienda a menudo como una forma de educar la mente, el corazón y el alma y preparar al observador para una mayor comprensión espiritual. El arte puede ser un disparador para el despertar espiritual. Si tuviéramos que insistir en que los conocimientos o experiencias espirituales nunca deben ser expresados porque no pueden estar contenidas en una expresión, entonces el mundo sería un lugar bastante triste. Estaríamos negando la posibilidad de alcanzar la experiencia mística a través del arte como catalizador.

Dentro de la filosofía general de la Wicca hay algunos conceptos o misterios que tienden a predominar. El hecho de que podemos darles nombres generales significa que pueden y continuarán siendo discutidos. Algunos de los temas más comunes son el nacimiento, vida, muerte y renacimiento. Otros temas místicos que muchos wiccanos exploran y experimentan, incluye la comunión o unión con lo Divino, la percepción de la Divinidad como inmanente, la Divinidad como masculino y femenino, la existencia de reinos y seres no físicos, y el conocimiento y trabajo con las energías espirituales o psíquicas.

La comunión con la Divinidad

Este es posiblemente el fin último de la Wicca o de cualquier otra religión: la unión de los fieles con la divinidad. Dentro de la Wicca una gran cantidad del crecimiento espiritual y del trabajo ritual está orientada a fomentar la expansión de la conciencia de uno, más allá de nuestros límites diarios para percibir e identificarnos con lo divino, ya sea en forma de una deidad específica o fuerza con algo más abstracto. En la literatura mística esto es a menudo descrito como el baño a la luz de lo divino, estar en la presencia directa de la Divinidad, la búsqueda del nirvana, o alcanzar la elevación o iluminación. En lo la literatura oculto y mágica esto se describe en términos de lograr la conciencia cósmica, llegar a la cumbre del éxtasis, invocar o evocar la deidad, alcanzar el conocimiento y la conversación con el santo ángel de la guarda de uno, o la reunión con el Yo Superior.

Los practicantes místicos y mágicos son vistos como verdaderos adeptos, los iniciados en el más alto nivel, son aquellos que han practicado y evolucionado hasta el punto de que son capaces de lograr esta experiencia directa de la unión con la Divinidad para algo más que breves destellos, donde se consideran transformado y por lo general en un estado de comunión permanente.

La Divinidad como inmanente

Generalmente el judaísmo, el cristianismo y el Islam tienden a enseñar que lo Divino es trascendente. En una visión exclusivamente trascendente, lo divino es independiente del plano físico, por lo general existiendo en un reino separado, conocido como el cielo. Este punto de vista a menudo refuerza la actitud de la dualidad o conflicto entre lo espiritual y lo físico. La naturaleza y la carne son vistas como contaminadas y débiles, mientras que lo espiritual es percibido como la única cosa de valor. Se anima a los fieles a rechazar el mundo físico en favor de un mundo espiritual invisible que a menudo sólo llegan a percibir después de la muerte.

La Wicca, sin embargo, tiende a fomentar un punto de vista panteísta o panenteísta. En el Panteísmo, la Divinidad se considera como inmanente, presente en todo el reino físico, en todas sus manifestaciones. Panenteísmo ve la Divinidad en todo, pero también la ve en un nivel que está más allá de lo físico.

Uno de los objetivos comunes del ritual en la Wicca es percibir y sintonizarse con la chispa divina que está en cada uno de nosotros y también aprender a reconocer y honrar a que la sagrada presencia en todo lo que nos rodea, ya sean los árboles, las rocas, los animales, los lagos, el sol , la luna, el cielo. Cuando la Divinidad se considera inmanente, presente en todo, entonces debemos tratar de aprender a ver la santidad en todo.

La Divinidad como masculino y femenino

Muchos de seguidores de la Wicca son los politeístas. La Divinidad se manifiesta a nosotros en una multitud de nombres y formas. Sin importar si vemos a la multiplicidad de deidades como entidades independientes, o si consideramos que son rostros diferentes de una Única Deidad Suprema, reconocemos por lo menos que existen más de un nombre y forma válidos para la deidad.

Puesto que hay muchos nombres y formas que son dignos de respeto y adoración, los wiccanos no tienen ningún problema en reconocer que la deidad puede manifestarse en masculino, femenino o en algún otro género. Como vemos ejemplos frecuentes de la dinámica sexual masculino-femenina en la naturaleza, es perfectamente normal que los wiccanos adorasen a una pareja Diosa y el Dios.

Al explorar y crecer en nuestra relación con la Divinidad nos percatamos de que la deidad se manifiesta en nuestras vidas a través de características y cualidades masculinas y femeninas. El equilibrio es un principio clave en la Wicca. Tendemos a buscar las cosas en nuestro culto divino que nos recuerdan la danza de las magníficas energías complementarias que es la existencia. Muchos de sus seguidores consideran que la polaridad es un concepto primordial en sus filosofías; la polaridad es esencialmente la interacción entre las diferentes fuerzas, en su nivel más básico entre la Diosa y el Dios.

La experiencia de otros reinos más allá del mundo físico

Los wiccanos tienden a ver el mundo como mucho más que objetos sólidos en interacción física de manera matemáticamente predecible. Estamos dotados con la imaginación, el intelecto y la emoción, así que consideramos que deba ser mágico y divino.

Todos experimentamos otros reinos a través de sueños y como practicantes de las artes mágicas trabajamos nuestras capacidades de soñar para explorar los reinos internos y externos, para aprender más acerca del mundo que nos rodea y a nosotros mismos. Vemos el ejercicio de la imaginación y su expresión en el reino físico como partícipe de la creación divina.

La meditación, la oración profunda, la meditación guiada y el trabajo con los sueños son sólo algunos de los métodos que los wiccanos tienden a utilizar a fin de experimentar los reinos no físicos. Y como todos los misterios existe gran cantidad de material que ha sido escrito y dicho acerca de este tema, pero es mucho mejor cuando uno hace el trabajo y vive la experiencia por si mismo.

El aprovechamiento de la energía interna y externa

Los wiccanos trabajamos para percibir y cuando sea apropiado manipular el flujo y reflujo de las energías que están a nuestro alrededor. Las mareas estacionales, las influencias de la luna, el sol y los cuerpos celestes, el poder de las emociones, la energía que fluye por nuestro cuerpo y mantiene a nuestro corazón latiendo y nuestro aliento que entra y sale, son tan parte de nosotros como nuestra piel, nuestra sangre, nuestros huesos. Aprender acerca de los ciclos de las cosas, los picos y bajas, nos permite tomar ventaja de estas cosas y usarlas a nuestro favor.

Hay una serie de teorías ocultas que intentan explicar estas energías y en muchos casos enseñar que estas energías pueden ser percibidas, alimentadas y dirigidas. Estas energías son llamadas de diferentes formas las diferentes en las teorías: maná, fuerza ódica, prana, la energía kundalini, la energía etérica, luz astral, chi, la energía áurica, ki. No es raro que algunos wiccanos practiquen las artes marciales o yoga en paralelo con su formación Wicca, como una forma de comprender mejor y poder manipular estas energías. También es bastante común que los wiccanos incorporen una o más de estas teorías básicas en su filosofía y practicasen una variación de los métodos normales de enseñanza wiccana dentro de ese sistema de energía.

Probablemente, la teoría más común de la energía que se ha incorporado a la práctica Wicca es la teoría india de los chakras o centros de energía en el organismo que se conoce como la energía Kundalini. En esta teoría hay varias ubicaciones en el cuerpo físico (y algunos fuera del cuerpo) que actúan como acumuladores y canales de esta energía de fuerza de vida mística.

La energía Kundalini se considera a menudo que se originan en el cuerpo humano en el chakra raíz y después sube en secuencia a través de los demás chakras para alcanzar finalmente el chakra de la coronilla. Otras vías de energía identificadas en esencia como masculino y femenino también se cree que se elevan desde la tierra o desciende de los cielos a través de los chakras. En los ejercicios de chakras en la Wicca es común que la energía se perciba como la elevación desde de las profundidades de la tierra, ingresando a través del chakra raíz, y luego por los demás chakras hasta el chakra corona, a menudo usando la metáfora visual de un árbol.

Dirigiendo la energía para alcanzar los objetivos

En la vida podemos optar por ser los protagonistas de nuestras historias o podemos recostarnos y dejar que las circunstancias nos lleven. Las personas que usan la magia, incluyendo los wiccanos, suelen ser los que desean controlar sus propios destinos. No se contentan con dejar que las cosas sólo les sucedan. Cuando deciden que quieren lograr algo, trabajan para lograr ese objetivo hasta que se consiga.

El trabajo de la magia tiene que ver con la determinación de los objetivos de uno y posteriormente manipular de manera activa las circunstancias y las fuerzas para alcanzar esos objetivos. La magia se trata de hacer, lograr, dirigir, cambiar. La palabra Wicca está etimológicamente relacionada con la palabra wicker (mimbre en inglés), que se dobla y forma para producir objetos útiles. A veces los cambios que inducimos están en nuestro entorno, en las cosas externas a nosotros mismos. Otras veces los cambios que se producen son principalmente dentro de nosotros. A veces, alcanzar una meta significa que debemos crecer en lugar de esperar que las fuerzas u objetos externos cambien por nuestra orden.

Las brujas y magos que estudian los sistemas de energía, como el sistema de chakras de la India, los sistemas de chi o ki de China, o las teorías de maná o la energía orgón, suelen incorporar estas ideas en sus hechizos. Los rituales de magia y hechizos a menudo aprovechan los sistemas de energía para acumularla y luego dirigirla hacia objetivos específicos. Las herramientas pueden ser consagradas y cargadas, las runas y los sigiles dibujados con la energía mística, los conos de poder elevados y direccionados hacia sus objetivos. La identificación de las circunstancias e influencias que afectan a un objetivo, es la parte intelectual del hechizo, pero aumentar de forma activa y manipular la energía, y saber cómo y cuándo actuar, es la parte práctica que hace que el trabajo funcione.

 
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Traducción: Mebahiah

viernes, 6 de agosto de 2010

El misticismo en la Wicca


(The Wiccan Mystic, por Ben Gruagach, pg 21)

La Wicca es un sistema religioso místico. En su base se encuentra la creencia de que todos y cada uno de nosotros es capaz de experimentar de alguna forma una relación directa con lo divino. Incluso en el énfasis en la magia existe la teoría básica de que para ser eficaz el practicante debe tener algún tipo de conexión con lo Divino. La energía que muchos creen que es la fuerza de trabajo en la magia es a menudo descrita como la energía divina. Para aprovechar la energía divina uno debe tener una conexión con lo Divino.

La espiritualidad wiccana y de hecho la práctica mágica en general, requiere que el practicante desarrolle una conciencia segura de sí mismos, su entorno, y cómo las decisiones están conectadas a las consecuencias. La magia trata acerca de la manipulación de las circunstancias y de tomar decisiones con el fin de lograr resultados concretos. Alcanzando la conciencia del lugar de uno en el universo, expandiéndola más allá de lo mundano, es otra manera de describir lo que otros llaman la iluminación o conciencia cósmica o unidad con lo Divino.

La labor realizada en la práctica de la Wicca no se trata de ser capaces de recitar la lista de las correspondencias, realizar rituales específicos con precisión, o usar la ropa ni las joyas adecuadas. Es un sistema espiritual que se centra en el equilibrio. Aprendemos acerca de nosotros mismos, el mundo que nos rodea, y cómo encajamos en el balance de las cosas. Aprendemos acerca de cómo cada uno de nosotros es un capítulo en el enorme entramado de la vida y cómo cada uno de nosotros -a través de nuestras elecciones- es capaz de hacer una diferencia. Aprendemos a trabajar en armonía con todo lo existente, lo visible y lo invisible, el interno y lo externo. Aprendemos que "como arriba, es abajo" no es sólo una frase bonita, sino también una cristalización de la filosofía mágica y de la comprensión espiritual.

La Wicca posee también autonomía en su base. Incluso en el trabajo en grupo cada participante es responsable de hacer su propio arduo trabajo para ganar la comprensión y buscar un equilibrio adecuado con el fin de ser exitosos. Aprendemos de que en la Wicca, como en muchas tradiciones espirituales, todos los maestros y los libros y las lecciones enseñadas por otros no significan nada si no hacemos nuestro propio trabajo y somos responsables de nuestro propio progreso. Otros no pueden hacer el trabajo por nosotros ni otorgarnos el despertar espiritual como si fuere un alimento. Pueden mostrarnos como hacer las cosas, hablar acerca de las experiencias que han tenido, pero al final nosotros tenemos que tener nuestras propias realizaciones y descubrir y potenciar nuestras relaciones individuales con el Divino y con nuestro ser interior.


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Traducción: Mebahiah

La Wicca como una religión mistérica


(The Wiccan Mystic, por Ben Gruagach, pg 21)

Cuando Gerald Gardner comenzó la promoción de la Wicca en la década de 1950, la religión cumplió con los tres criterios básicos para un culto mistérico. El sistema religioso de Gardner incluía iniciaciones formales de los miembros en grupos de trabajo o covens, había juramentos de secrecía sobre el contenido de las enseñanzas espirituales e incluso de las identidades de los otros miembros, y el culto estaba muy enfocado a prácticas de éxtasis como la flagelación ritual, el canto y el baile.

Gardner ha dejado claro en sus libros "La Brujería Hoy" y "El significado de la brujería" que sentía que su religión estaba al menos inspirada si no se derivada de los cultos mistéricos como la de Eleusis.

Eruditos como Ronald Hutton en su estudio acerca de la historia de la brujería, "The Triumph of the Moon", también muestra detalles de otras religiones mistéricas o grupos mistéricos que influyeron en el desarrollo de la Wicca. Por ejemplo, se sabe que Gardner ha participado tanto con los masones y los rosacruces, y estaba familiarizado con la O.T.O. de Aleister Crowley. Gardner incluso fue tan lejos como para encontrarse con Crowley a finales de 1940 y se le concedió una licencia para abrir un templo de la O.T.O. y se le otorgó los tres primeros grados para los postulantes. Con todas estas influencias, no es sorprendente ver rastros de ellos en la práctica Wicca.

Gardner llevó la religión mistérica a sus raíces de muchas maneras, especialmente al centrarse en las deidades paganas y en la mitología, en vez de en la mística cristiana y judía que fue predominante en la mayoría de los otros grupos mágicos y mistéricos de la época. Sus rituales y celebraciones estaban también dirigidos a honrar la tierra que era por lo general común y el énfasis en una Diosa trajo elementos feministas que estaban enormemente ausentes en los otros grupos. Mientras que otros grupos mistéricos de la época eran sobre todo sistemas de magia ceremonial, la religión mistérica de Gardner estaba muy conectada a la tierra, orientándose fuertemente hacia el hogar en lugar de un templo.

Mientras la Wicca se desarrollaba y extendía, era inevitable que la religión debiese cambiar de manera que una parte del sistema espiritual original de Gardner se diluyó. Algunos de estos cambios se introdujeron, o al menos reconocido por Gardner y otros quienes fueron de ayuda en la formación de la Wicca Gardneriana. Un ejemplo de este tipo de cambio se sintió alentado por el reconocimiento de que era posible ser un Wicca y practicar como un solitario, o ser autodidacta sin la iniciación formal por parte de un coven. Gardner y otros miembros a menudo hablaban también de la posibilidad de que otros grupos Wicca estuviesen practicando, sin ningún contacto con otros wiccanos. Este tipo de declaraciones públicas hiso que sea más difícil diferenciar a otros que se dieron a conocer como algo menos auténtico que la tradición gardneriana.

Algunos imitadores que aparecieron en la escena Wicca diciendo ser wiccas basando sus materiales en las ideas gardnerianas y, a veces secretamente distribuían documentos que no tenían conexión directa con la Wicca gardneriana por el linaje iniciático. Esto permitió una mayor variedad en la práctica Wicca y alentaron cambios en el significado entre los diferentes grupos y practicantes individuales. Algunos grupos se alejaron de la práctica ritual del éxtasis y se dirigieron más hacia las prácticas de magia ceremonial, mientras que otros abrazaron el éxtasis y prácticas chamánicas para un mayor nivel que era común en el propio grupo de Gardner. Otros pusieron menos énfasis en la iniciación formal y otros crearon una jerarquía más compleja que el sistema de tres grados gardneriano. Muchos grupos mantienen juramentos de secrecía como requisito para la membrecía. Con más solitarios apareciendo, y con los grupos deseando compartir información con otros grupos, los juramentos de secrecía comenzaron a perder importancia. Se ha llegado al punto en donde hay muy pocos secretos verdaderos en los grupos Wicca que no están publicados en algún lado.

¿Entonces es todavía la Wicca una religión mistérica, o ha cambiado lo suficiente que ya no cumple los criterios?

El primer criterio, el secreto, sigue siendo muy evidente en la Wicca. La Wicca en la mayoría de sus formas incluye los secretos, aunque la mayoría de lo que fue una vez considerado secreto está ahora oculto a plena vista. Se ha desarrollado hasta el punto en el que los secretos son realmente acerca de lo particular de las prácticas de un grupo -o individuo- emplea y cómo se integran en su sistema espiritual. A menudo los nombres de deidades específicas empleadas no son revelados, excepto para aquellos que son miembros oficiales del grupo. No importa que esas mismas prácticas y los nombres de deidades se describan en detalle en diversas fuentes públicas. El punto es que la Wicca se mantiene como un camino espiritual personal en la que los practicantes no están obligados a divulgar los detalles de su camino individual a menos que decidan hacerlo. Una forma de secrecía se mantiene.

Wicca es también en gran medida una religión de conexión personal con la divinidad. Se describe a menudo como la religión sin intermediario. En la Wicca cada practicante es capaz de servir como su propio sacerdote o sacerdotisa interactuando con la deidad, mientras que en muchas otras religiones dominantes se considera que el adorador debe ser un congregante que debe ir hasta un sacerdote autorizado a participar en rituales de unión con lo divino. Los grupos Wicca tienden a tener altos sacerdotes y sacerdotisas que conducen a sus grupos en particular, pero sirven más como organizadores y consejeros y no como intermediarios. En la mayoría de los grupos wiccanos se espera que todo iniciado tenga el potencial de desempeñar el papel de sumo sacerdote o sacerdotisa en algún momento de su vida espiritual, aunque sólo sea para sí mismos en la práctica en solitario.

Como una religión de identificación personal y de conexión con lo Divino, los wiccanos tienden a centrarse frecuentemente en las técnicas de éxtasis como cantar, bailar y meditar. El uso ritual de comida, bebida e incienso se utilizan comúnmente para estimular a los estados de éxtasis, para facilitar la conexión con lo Divino. Algunos grupos wiccanos, pero no todos, también emplean las técnicas de éxtasis más intensas como la flagelación (que es una característica de Gardnerianismo en particular), el ayuno, las técnicas de atar el cuerpo para restringir el flujo sanguíneo, las prácticas sexuales provienen en su mayoría del Tantra, y la ingestión de sustancias que alteran la mente. Diferentes individuos y grupos tienen sus propias preferencias por lo que tienden a utilizar las técnicas que funcionan mejor para ellos.

La iniciación es quizá el criterio más controversial de una religión mistérica, evaluada en el contexto de la Wicca. Algunos grupos, como la Wicca gardneriana y alejandrina, sólo admiten miembros a través de las ceremonias de iniciación formal, de manera de ser fácilmente considerado como miembro de acuerdo con la definición de una religión mistérica en este punto en particular. Algunos dicen que no es una religión mistérica para los grupos de Wicca que no requieren iniciaciones o que practican como solitarios. Si la iniciación es vista exclusivamente como un ingreso formal a un grupo ya existente esto es correcto. Si la iniciación es vista como algo más que una ceremonia formal de admisión, entonces no es tan fácil descartar a los que están fuera del marco de la iniciación.

Gardner y otros escritores de principios de la Wicca hablaron mucho de la historia de la brujería disponible en el Reino Unido, así como en toda Europa. Mientras que la tradición se refiere ampliamente a los grupos de brujos o covens también menciona con frecuencia los brujos que trabajan solos. Gardner no pasó por alto a estos solitarios, sino que los reconoció como brujos válidos, manteniendo viva las tradiciones ocultas, incluso sin contacto con grupos formales. Independientemente de si los brujos solitarios o covens existían o no antes de Gardner, la postura fue presentada por los fundadores de la Wicca que tanto las prácticas del coven y de los solitarios eran válidas.

Debemos considerar cuidadosamente lo que realmente hace a una religión particular una religión mistérica. ¿Son las manifestaciones externas como los rituales de aceptación y el mantenimiento de los secretos de los no iniciados las partes más importantes? ¿O son los elementos clave de la relación directa con la Divinidad, el uso de técnicas de éxtasis, y la idea de una iniciación espiritual?

Si la iniciación es considerada en primer lugar como un hito espiritual, un contacto personal con lo Divino, los practicantes solitarios tienen las mismas posibilidades de ser participantes en la Wicca como una religión mistérica como aquellos que pertenecen a un coven. Probablemente sea más exacto de descalificar a una práctica espiritual antes que ser considerado parte de una religión mistérica, a pesar de que podría practicar la secrecía y algún tipo de rito de aceptación formal si no hay un énfasis en la iniciación como un hito espiritual, o no utilizar técnicas de éxtasis para conectarse con la Divinidad. Si tenemos en cuenta la parte importante de una religión mistérica, la cual muchos iniciados llaman el Misterio, la experiencia directa de lo Divino, entonces tal vez el componente clave de una religión mistérica es esencialmente el misticismo.

En las religiones dominantes algunos devotos religiosos, a menudo sacerdotes, monjas o monjes, sino también a veces sólo fieles practicantes, logran un sentido de cercanía especial con lo Divino. Esta cercanía se describe con frecuencia usando el lenguaje de amor, paz y serenidad. Esto a menudo es descrito como directa, individual e intensa conexión personal con una realidad mayor, con el foco de todo el culto, la deidad. En las religiones orientales esta experiencia se describe como haber alcanzado el Nirvana o la iluminación. En las religiones occidentales esto es más a menudo descrito como la unión mística, y al devoto se lo conoce como un místico.

El núcleo de la experiencia mística es lo que todo lo abarca, y es a menudo la abrumadora trascendencia de nuestro propio sentido al encuentro -de primera mano- de una entidad, energía o sensación de unidad que se describe como la realidad última, la luz divina, o simplemente Dios/Diosa. Las diferentes religiones designan a este ser con diferentes nombres. Los cristianos lo conocen como Dios o Jehová o Yahvé. En el judaísmo, es a veces descrito como Di-s, la deidad máxima cuyo nombre no se pronuncia en voz alta. En el budismo este ser supremo es el Buda y en otras religiones orientales es un estado abstracto llamado Nirvana. Los paganos de todo el mundo utilizan una multitud de nombres para la Divinidad, y a veces describen una manifestación particular de la Divinidad como deidad matrona o patrona. La experiencia mística que parece ser universal, aunque es uno que se percibe en un sinnúmero de formas.



 
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Traducción: Mebahiah

jueves, 5 de agosto de 2010

¿Qué es una Religión Mistérica?



(The Wiccan Mystic, por Ben Gruagach, pg 21)

Muchos estudiosos del lenguaje creen que la palabra religión se deriva de la palabra latina religare que significa atar o unir. Asociado a este se encuentra el concepto de promesas y juramentos o votos. La religión, entonces, puede ser vista como un manera para que los individuos puedan establecer una conexión con algo superior a ellos, que la mayoría de los caminos espirituales consideran ser la Divinidad. La religión en este punto de vista se trata de establecer una relación personal con lo Divino.

Las actividades espirituales nos ayudan a identificarnos y sentirnos conectados con lo Divino. Muchas personas reconocen la religión como el centro alrededor del cual basan sus comportamientos ético y moral. El sentido de conexión también ofrece la base de manera que los cambios constantes al que nos enfrentamos en la vida no nos abrumen. La participación en una práctica espiritual proporciona una base sólida a nuestras vidas. La práctica sirve como ancla del cual podemos depender. Muchas personas también buscan la participación, en caminos religiosos particulares como una manera de conectarse con una comunidad espiritual más grande y establecer vínculos con los buscadores de caminos similares.

Ciertos estudiosos religiosos a menudo hablan acerca de antiguos cultos específicos, como los cultos de Eleusis, los cultos de Mitra, y otras religiones mistéricas. ¿Qué es exactamente una religión mistérica? ¿Qué hace que algunas religiones antiguas sean religiones mistéricas y se excluyan otros? ¿Es realmente la Wicca una religión mistérica? ¿Hay otras religiones modernas que también son religiones mistéricas? Y quizás lo más importante, ¿qué ofrecen las religiones mistéricas para que sean más atractivas que cualquier otro tipo de religión?

Características de una religión mistérica

La palabra misterio viene de la palabra griega myein, que significa “mantener la boca cerrada”. También está conectada con la palabra mudo, que por supuesto también significa silencio. La base de esta palabra, entonces, es guardar un secreto, tener algún conocimiento que no se comparte abiertamente con los demás.

Las religiones mistéricas suelen tener la secrecía como un componente principal. Sólo a aquellos que están formalmente aceptados en el grupo religioso se les permite aprender cierta información acerca de la religión, o de participar en las prácticas religiosas realizadas por el grupo.

Con el fin de mantener un cierto control sobre quién está autorizado a unirse al grupo y aprender los sagrados secretos de las religiones mistéricas, se suelen incluir ceremonias de iniciación formal para dar la bienvenida a los nuevos miembros. Sin embargo, las iniciaciones son a menudo algo más que ceremonias de bienvenida, e incluyen pruebas de los méritos del candidato. Los postulantes que no pasan la prueba, no son considerados para ser iniciados, y por tanto son excluidos del grupo.

Otra característica tal vez más significativa de las religiones mistéricas, es el énfasis en la experiencia éxtasis como método principal de lograr la comunión con la Divinidad. Por ejemplo, los historiadores creen que los candidatos que participan en los ritos de Eleusis consumían sustancias alucinógenas en las etapas iniciales de la ceremonia de iniciación. El ayuno, respirar el humo pesado de incienso, realizar bailes prolongados y cantos, incluso la entrega al dolor a través de la flagelación ritual o mutilaciones del cuerpo son evidencias entre todos los antiguos cultos mistéricos. El objetivo parece haber sido el de trascender el propio estado de conciencia normal, y alcanzar aunque sólo sea por un tiempo, un sentido de conexión con las deidades del culto.

Las religiones mistéricas difieren de otras religiones en su énfasis por los participantes. Todas las religiones ofrecen formas de conectar a los fieles a lo Divino. Sin embargo, las religiones mistéricas ofrecen una conexión más directa entre el creyente y lo divino. Intentan proporcionar algo más que un vínculo abstracto o intelectual con lo Divino. Por lo general, ofrecen una experiencia de éxtasis místico para que los fieles puedan relacionarse con lo divino en un nivel primario. Incluso entre aquellos que no manifiestan los intentos de mantener el secreto, muchas religiones mistéricas, incluyen experiencias que son tan individualmente significativas que se dice que es imposible describirlas. Para comprender la experiencia, por lo general descrita como el misterio, uno debe experimentarla por sí mismo.

En un nivel más superficial, las religiones mistéricas también ofrecen un grado especial a los que se involucran. Aquellos que se someten a los rituales son considerados especiales, separados de aquellos que no participan. Algunas religiones mistéricas consideran este rango especial como un estado espiritual más elevado. En algunos casos se cree que los iniciados obtienen habilidades especiales. Estas son distracciones, sin embargo, de la finalidad espiritual de la iniciación en una religión mistérica: la apertura de nuestra conciencia a la conexión con lo Divino.

Religiones mistéricas del pasado

Una serie de referencias de las religiones mistéricas antiguas han sobrevivido hasta nuestros días, incluyendo los himnos y las invocaciones, descripciones parciales, e incluso obras de arte que se sospecha que han sido creadas y utilizadas por los participantes en los cultos. Algunos vestigios han sobrevivido en una forma modificada dentro de las religiones posteriores, o incluso instituciones no religiosas. Algunas iglesias cristianas, por ejemplo, se han construido sobre los cimientos de antiguos templos griegos; el Hagia Sophia que fue una iglesia cristiana, fue adoptada posteriormente por el Islam y se convirtió en una mezquita. Una gran cantidad de material, sin embargo, se ha perdido con la destrucción por parte de posteriores grupos que deseaban eliminar toda las referencias a las fe de religiones previas. Desafortunadamente debido a la naturaleza secreta de gran parte de estas religiones no tenemos un registro completo de ellos. Pero a pesar de esto, mucho se sabe al reunir las piezas que tenemos a nuestra disposición.

Los misterios de Eleusis

Los misterios de Eleusis eran un culto dedicado a las diosas Deméter y a su hija Kore, centrado en la ciudad de Eleusis en Grecia. Sobre todo parece haber sido un culto a la fertilidad relacionado con el ciclo de la vida, la muerte y la regeneración tanto de los cultivos y de las personas.

El mito principal que se cree que ha sido esencial para el culto, relata cómo el cambio de las estaciones del año refleja el ciclo anual de Kore abandonando la tierra de los mortales para ir al mundo subterráneo donde vive una parte del año, correspondiente a las estaciones de otoño e invierno. En la primavera Kore regresa del mundo subterráneo para reunirse con su madre Deméter, y el mundo de los mortales nuevamente es abundante y cálido.

La evidencia arqueológica sugiere que los rituales mistéricos anuales eran practicados donde los recién llegados se sometían a las ceremonias de iniciación que incluían el ayuno, purificación y consumiendo especialmente alucinógenos sagrados antes de ser testigos e incluso participar en las representaciones dramáticas de los mitos religiosos. Estas ceremonias se creían para enseñar verdades espirituales y otorgar un nuevo estatus a los iniciados como el pueblo elegido. Una de las promesas aparentemente involucradas aseguraba a los iniciados que estaban destinados a partir de ese momento, de alguna manera a una nueva vida.

Uno de los registros que sobreviven de los ritos de Eleusis es el himno homérico a Deméter que los eruditos creen que fue compilado y escrito alrededor del siglo VII antes de Cristo. Es interesante observar que al menos una parte de los conceptos mitológicos básicos, en particular la idea de renacer en esta vida o en otra después de la muerte, surge una y otra vez en diferentes filosofías de religiones mistéricas como el cristianismo.

Los misterios dionisíacos y órficos

La información acerca del culto mistérico de Dionisio de griegos y romanos (también conocido como Baco) viene a nosotros principalmente a través de la obra de Eurípides "Las Bacantes”, pero también a través de frescos en los muros de una villa descubierta en Pompeya. Dionisio/Baco era un dios de la virilidad, el vino y al parecer también de la celebración de los deseos carnales. El culto parece haber sido muy sugestivo para las mujeres con las mujeres jugando un papel importante (o quizás liderando completamente) en las descripciones e ilustraciones que han sobrevivido a los siglos.

Los seguidores de Dionisio eran conocidos por participar en orgías que involucraban el consumo excesivo de bebidas, las fiestas, y muy probablemente también la actividad sexual desenfrenada. Los frescos de Pompeya también muestran la flagelación y la desnudez como una parte de la práctica ritual.

Los misterios órficos fueron un proceso posterior de los misterios dionisíacos. La filosofía se atribuye a Orfeo que se dice que viajó al inframundo para rescatar a su novia, Eurycide. En las enseñanzas órficas, Dionisio era asesinado y devorado por los titanes quienes fueron asesinados y cremados por este delito. Las cenizas de los titanes, conteniendo las de Dionisio también, se utilizaron para crear la raza humana. Los órficos enseñan que los seres humanos, por lo tanto son carne de los titanes con el alma dionisíaca.

Los misterios anatolianos de Cibeles y Atis

Esta religión mistérica se basaba en la diosa Cibeles quien era descrita a menudo como la Gran Madre, y su consorte Atis. Con frecuencia se describe como una religión no sedienta de sangre. En el mito de Cibeles y Atis, Cibeles es una madre del grano, responsable de la abundancia de la Tierra, las plantas y los animales. Su consorte, Atis, es un dios del sacrificio que dio su vida por una hemorragia mortal bajo un pino después de que se castró.

El culto de Cibeles y Atis se propagó hasta Roma, donde las autoridades políticas lo aceptaron formalmente en el 204 a. C. como parte de la religión oficial. Después de eso, se hizo tan popular que Cibeles se convirtió por de facto en la diosa romana nacional.

Uno de los festivales más importantes realizados a mediados de marzo de cada año consistía en la tala de un pino, la decoración, y desfilar a su alrededor en honor de la muerte de Atis. Los Iniciados se flagelaban hasta el punto en que sangraban. Los hombres que serían sacerdotes de Cibeles se castraban durante este festival, a imitación de Atis.

En la última parte de este particular festival había un tiempo conocido como el Hilarión cuando el énfasis era en celebrar y festejar la resurrección de Atis. El consorte de la Gran Madre era ante todo un dios que muere y renace de nuevo.

La historia de Atis era también conocida en Sumeria, aunque aquí el difunto consorte de la diosa era conocido como Dumuzi. En Babilonia, era conocido como Tammuz.

Los misterios egipcios de Isis y Osiris

Isis y su esposo/hermano Osiris, junto con su hijo Horus, fueron probablemente las deidades más populares e importantes en el antiguo Egipto. Sus historias de muerte, preservación del cuerpo a través de la momificación y la magia, y la vida continua en el inframundo es una de las historias perdurables sobre la cual se fundó la cultura egipcia.

En Egipto, los misterios de Isis y Osiris tomaron la forma de representaciones anuales de los mitos. Los misterios también incluían ritos mágicos para asegurar una vida futura para la familia real, y más tarde también para los ricos e influyentes.

Como las culturas egipcia y europea se relacionaron, Egipto se volvió "helenizado" (hecho más griego) y a cambio observó la difusión de los mitos egipcios y sus influencias fuera de África. Los templos de Isis se erigieron en Roma y, de hecho en toda Europa, incluso en Gran Bretaña. Aquí es probablemente cuando el culto de Isis adoptó varios de los elementos mistéricos comunes en algunos cultos griegos y romanos, como las iniciaciones formales de celebrantes, ritos secretos, y un énfasis en el éxtasis para la identificación con las deidades.

Una de las mejores descripciones del culto de Isis que ha sobrevivido hasta los tiempos modernos fue escrita en el siglo II d.C. por el autor Lucio Apuleyo de Madauros en su novela "El Asno de Oro (Metamorfosis)". Es interesante observar también que a partir del tema acerca de Isis en esta novela, el texto llamado "Encargo de la Diosa" de la Wicca moderna toma parte de su material, en particular el principio donde la diosa recita los nombres de varias diosas como suya.

Los misterios mitraicos

El culto mistérico a Mitra era un culto popular guerrero que se extendió por el imperio romano en toda Europa. Se originó entre los indo-iraníes, donde Mitra era un dios de la luz, la verdad y la integridad. Mientras se desarrollaba se convirtió en un culto enseñando el renacimiento a través del bautismo, preferiblemente usando la sangre de un toro sacrificado. El culto también se incluyó las comidas rituales y un sistema de iniciaciones jerárquicas.

Como era un culto marcial sólo los hombres (y en su mayoría soldados) fueron iniciados de Mitra. Los astutos políticos romanos se asociaron al culto como una forma de garantizar el apoyo político de los militares. Cuando la influencia romana se expandió en toda Europa mediante el poder militar, los santuarios de Mitra estaban entre los templos más frecuentemente erigidos en aquellos lugares por donde los soldados romanos iban.


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Traducción: Mebahiah