Pasado ese momento de alegría y jolgorio que se siente luego que uno decidió ingresar a la wicca, uno se encuentra -la mayoría de las veces recién después de la iniciación- con varias cosas que al final no cumplen con nuestras expectativas; y a pesar que muchas de ellas estuvieron presentes al momento del estudio, pareciera que únicamente después de haber hecho el juramento en el ritual, saltan con todas sus luces y recién ahí las tenemos en cuenta. Y entre esas cosas nos topamos con la rede. “Haz lo que quieras sin dañar a nadie” parece una frase sencilla, corta, inocente y permisiva. Pero realmente no lo es. La rede nos indica que debemos de actuar según nuestro albedrío pero siempre pensando en no dañar a nadie y esto nos incluye a nosotros mismo. Pero como en cada decisión que vamos tomando, estamos causando algún daño, es que se insta en que si el daño no se puede evitar, se tome la decisión que menos perjudique; y es en esta “explicación” donde surgen las dudas existenciales, de que “había sido la wicca no es taaaaaaan permisiva” y otras parecidas. La rede no es un elemento que porque no estoy de acuerdo lo quito de mis prácticas y me sigo llamando wicca… jajaja. No, no, no, nooo.. Así no es el tema. La wicca tiene sus propias bases que no pueden ser modificadas. Si quito la rede, la ley de tres o (había sido) no estoy convencido en la reencarnación, entonces, no soy wicca, puedo ser cualquier otra cosa, incluso crearme una nueva religión, pero wicca NO!
Por lo tanto, “¿ser wicca o pagano?” es una pregunta importante que uno debería plantearse antes de iniciarse en la wicca.
Tal como la frase “todo wicca es un brujo, pero no todo brujo es un wicca”, lo mismo se puede decir con ser pagano: “todo wicca es pagano, pero no todo pagano es wicca”.
Si bien, muchas veces los términos wicca y pagano son utilizados como sinónimos, realmente son diferentes. Esto sucede porque el término “paganismo” encierra a un sin número de religiones basadas en la naturaleza, y la wicca es una más de las tantas que se pueden nombrar, como son los asatrú, celtas, diánicas, brujería ecléctica, chamanismo, santería, etc.
Ahora bien, procuraré aclarar las diferencias primordiales entre ser wicca y pagano:
El wicca es aquél que ha tomado una religión creada en alrededor de 1.950 del siglo pasado por Gerald Gardner y se compromete a respetar la rede y a tener en cuenta la ley de tres (o de retorno). Venera la naturaleza, honra a un dios y diosa manifestados bajo diferentes aspectos y nombres, y celebra los ritos estacionales y lunares. Y al existir distintas tradiciones (entre ellas la ecléctica), el prácticamente puede incorporar elementos de otras corrientes para sus prácticas. Además, utiliza la magia como elemento de apoyo para el logro de sus propósitos, siempre dentro del límite establecido por la rede y la ley de tres.
En cambio, el pagano es aquél que sigue una religión politeísta basada en la tierra, que festeja los ritos estacionales y propios de la religión (hasta aquí parecido al wicca). Sus deidades poseen aspectos únicos y no manifestaciones diferentes de una misma entidad; por lo tanto, el practicante no puede decidir un día honrar a Hestia y otro día a Hera como diosa del hogar, ya que tienen características diferentes. Su religión posee leyes propias y la práctica mágica no está sujeta a ninguna ley moral o ley de retorno; es decir, puede practicar hechizos sin el remordimiento de leyes que le indiquen que tendrá que hacerse responsable de sus acciones. Tampoco permite la incorporación de elementos distintos a la religión, por ejemplo: un asatrú jamás podría creer en los ángeles ya que éstos no pertenecen al panteón nórdico y tampoco existe “el asatrú ecléctico”.
Entonces, “¿ser wicca o pagano?” es una pregunta importante.
No solo siendo wicca podemos honrar a la naturaleza, adorar a un dios y diosa, y realizar magia. Sino que, con un poco de investigación podemos encontrar una variedad de religiones paganas que nos permitan tener el contacto con los dioses, trabajar por la naturaleza y realizar magia sin el acoso de la rede por nuestra espalda.
MB!
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