Doncella, Madre y Anciana
La imagen de la Diosa que se reverencia en Wicca está basada en las imágenes más antiguas que se adoraban durante la prehistoria. Aclaremos, no uso aquí la palabra "imagen" en el sentido habitual de ícono religioso, sino en el de arquetipo. El motivo del uso de una palabra más prosaica es simplemente que no quiero complicar la lectura de éste artículo a aquellos que no estén familiarizados con la terminología de la psicología jungiana.
La Trinidad o multiplicidad de la Diosa es muy anterior al cristianismo, y no sería demasiado difícil arriesgar que una fue el origen de la otra. Pero a diferencia del Cristianismo, en la Wicca la Trinidad se refiere a tres distintos estadios o aspectos de la misma entidad. Entidad que a su vez es el aspecto femenino discernible por nosotros de la Deidad. Cada uno de estos aspectos tiene sus características particulares, distintas de las de los otros, cada una de ellas posible de ser relacionada con aspectos internos de nuestra psiquis. Estas imágenes de la Doncella, Madre y Anciana han aparecido y sido reverenciadas por la humanidad desde hace milenios, a veces presentando mitos oscurecidos por las conquistas de las que fueron víctimas las sociedades matriarcales.
Un ejemplo que puede acercarnos a entender esto de los tres aspectos es imaginar cada uno de los tres aspectos como la faceta de una piedra preciosa tallada. Podemos ver cada faceta por separado, y maravillarnos ante la forma en que refracta la luz, pero si queremos comprender en realidad la totalidad de la piedra debemos tomar distancia y verla por completo. Y aún así, hay siempre un aspecto que se nos queda oculto. La observación y meditación en cada una de estas facetas es una puerta que puede abrirnos a despertar ecos de cada uno de sus reflejos en nuestro interior.
Traducción: Mebahiah
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