El hombre sabio ama
A todos sin distinción
No hace diferencias
En su corazón
Normalmente, en un mundo gobernado por la dualidad, se diferencian las polaridades y se ponen etiquetas que a la vez nos atan a esta categorización. Una de estas categorías es la que introduce el juicio, el rencor y el odio en el corazón. Por diferentes valoraciones hay cosas que consideramos que son punibles, ya que antes hemos interiorizado este valor. Cuando aplicamos este valor sin conciencia, matemáticamente, nos olvidamos del ser que en muchas ocasiones tenemos delante.
Hay una diferencia entre condenar una falta, y condenar a la persona que la ha cometido. Muchas personas consideran que las dos cosas son una. El sabio benevolente nunca pierde la mirada de la compasión que ve en las faltas, seres que naufragan el mar del las dualidades. Esta es la mirada benevolente de la compasión que deja una vía abierta a la superación de quien esta naufragando.
De esta forma no se aviva el fuego del odio en nuestros corazones. Podemos tener una visión amplia cuando vemos como alguien es gobernados por la necedad, o por los tres venenos; la codicia, el odio y la ignorancia.
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