El Encargo de la Diosa

(Listening people, speaking earth: contemporary paganism, Graham Harvey, pg 36)

En el Arte (Brujería/Wicca) hay dos modos principales en que las personas se relacionan o contemplan a la deidad. La primera es en la forma de escuchar las palabras de varios "Encargos", en especial el "Encargo de la Diosa", una forma de auto-revelación de la deidad en una sacerdotisa o líder femenina. Esto se relaciona con una experiencia llamada "El Descenso de la Luna". En segundo lugar, la deidad se manifiesta (expresa, revela, experimenta, siente, prueba, encarna, representa, se encuentra inmanente) en la Naturaleza.

Diversas versiones del Encargo de la Diosa son utilizadas, adaptadas según las preferencias de aquellos que lo utilizan. La versión original parece seguir la versión original en prosa de Doreen Valiente. Muchas personas prefieren omitir las líneas acerca de "brujería" o desnudos. Otros piensan que el lenguaje es "más poético", “más espiritual" o "más tradicional" que el lenguaje contemporáneo. Es recitado por una líder del grupo o coven, a menudo llamado "Gran Sacerdotisa". A veces se trata de un puesto -o rango- asumido por una persona. En otros grupos, los miembros se turnan para liderar las ceremonias. El Encargo se presentado por un hombre en el papel de sumo sacerdote o líder ritual.

En esencia, la Diosa se revela: es amable, dadora de la vida y la muerte, infinita e inmanente, y tiene un sentido del humor. Ella sugiere la luna llena como un tiempo oportuno para encontrarla y señala las actitudes en las que uno debe acercarse a ella: desnudo, con música, amor, belleza, fuerza, compasión, honor, humildad, alegría y placer. Afirma sus manifestaciones en la naturaleza: tierra, luna, aguas, los deseos del corazón, el alma de la naturaleza, la muerte. El clímax del Encargo, sin embargo, es la afirmación de que "si lo que buscas no lo encuentras dentro de tí mismo, nunca lo encontrarás afuera."

Dos cosas primarias son enseñadas por el habla, escucha y experimentado del encargo. La primera es que la deidad es experimentada en las cosas ordinarias de la vida -una mujer hablando, la Tierra y la luna, comida, bebida, el baile, el cuerpo humano, el humor y la música. Si bien es sabiduría lo que se pueden obtener (así es como "brujería" en parece ser entendido) y aprendizajes por experimentar, la Diosa no necesita de la "fe", "creencia" o asentimiento a una doctrina de "la verdad". Como Starhawk explica, "no creemos en las rocas... (y) en el Arte no creemos en la Diosa". Ambos son tangibles con experiencia en las realidades ordinarias de la vida.

El Encargo también enseña que cualquier cosa que quieras o necesites aprender, debes buscarlo "dentro" y no "afuera" de un mismo. La Diosa ya ha proporcionado todo, la Diosa ya es todo, ella no tiene por qué añadir lecciones de moral, espiritualidad, ecología, teología o lo que sea que la gente más podría buscar. La diosa envía solicitudes de información a sí mismos, a la libre exploración, desarrollo personal y el descubrimiento del mundo. Lo que se necesita ya está disponible sin necesidad de una revelación divina. La "Rede Wicca" - "Sin dañar a nadie, haz lo que quieras"- alienta a los brujos a descubrir aquello que realmente quiere ("querer" se refiere a "el verdadero deseo") y luego seguir sus mejores ideales, siempre y cuando este no entre en conflicto con el bien de los demás. Esto es a menudo citado como la esencia de la ética wicca.

Deirdre Verde, al escribir acerca del politeísmo védico, podría estar describiendo el mensaje del Encargo de la Diosa cuando escribe que “Muestra una expresión de alegría y deleite en la belleza de la vida, que es visto como un maravilloso regalo de los dioses, y una visión orgánica de la vida como parte de un todo cósmico. Es la sugerencia de que esto implica una apreciación de la vida en toda su diversidad como una manifestación de poderes y potencias divinas.”

El uso del singular "Diosa" y el singular "Dios" en el Arte, combinados en "la Diosa y el Dios”, es diferente del politeísmo explícito que habla de "diosas y dioses". Sin embargo, en el corazón del Arte es entendido que la deidad y sus rituales dramáticos, es la manifestación de ambos -la Diosa y el Dios- en forma triple; por ejemplo, la diosa es "virgen, madre y anciana”. Además, la cuestión de números no es la diferencia más significativa entre monoteísmo y politeísmo, sino sólo el más obvio. El Arte es politeísta en que su "Diosa" y su "Dios" nos devuelven a nosotros mismos y a nuestras vidas humanas cotidianas. A diferencia de los dioses monoteístas se niegan a dejar que nos obsesionemos con lo divino, la parte no humana, el otro mundo. Si las personas buscan un escape del mundo en "espiritualidad" o "cielo" o "iluminación" se dice claramente que lo divino y lo humano existen en este mundo de comida, bebida, sexo, humor, tristeza, deseo, limitación y éxtasis.

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Traducción: Mebahiah