sábado, 1 de mayo de 2010

Samhain


(Llewellyn’s Sabbats Almanac - Witches’ New Year by Ann Moura – Pg 14)
(The Sabbats: a new approach to living the old ways – Edain McCoy – pg 23)


El Sabbat llamado Samhain (Sow-en, Sah-vin o Sahm-Hayn) tiene muchos significados. Entre estos está, el de ser la última cosecha de la temporada, es un día para estar en comunión y recordar a los muertos, y además, es una celebración del ciclo eterno de la reencarnación. Marca el comienzo del año nuevo para algunos paganos, y por sobre todo, es el momento de recordar a los muertos y comunicarse con los espíritus.

Existen dos posibles fuentes para el origen del nombre de Samhain. Uno de ellos es el dios ario de la muerte, Samaná, y el otro es de la palabra gaélica irlandesa "samhraidhreadh", que literalmente significa "fin del verano". Samhain marcaba el final del verano y el comienzo del invierno para los celtas, con el día después de Samhain era la fecha oficial del año nuevo celta. La razón de que los celtas eligieran este punto en el tiempo como su nuevo año en vez de Yule, tal como el resto de los paganos occidentales lo celebraban, es porque el sol está en su punto más bajo en el horizonte, medido por las antiguas piedras en pie de Gran Bretaña e Irlanda.

Los colores de temporada son el negro para el contacto con el espíritu y la Diosa como Anciana, y naranja para la cosecha y el Dios como el Cazador. Los animales nocturnos y carroñeros como los gatos, murciélagos, lechuzas, cornejas, cuervos y buitres, simbolizan la proximidad efímera del mundo de sombras y espectros. Piedras tales como la labradorita, la obsidiana y el ónix negro se utilizan en la meditación como vías de acceso a inframundo, mientras que las hierbas se utilizan durante todo el mes, durante las fiestas y en el ritual para saborizar las bebidas (canela, clavo o anís), para limpiar y purificar una área con su fragancia (salvia, el pachulí, el brezo púrpura, o mirra), y para imbuir a las herramientas de adivinación con la energía psíquica (artemisa o ciprés). Ofrendas adecuadas para los espíritus visitantes son las violetas, lilas, las manzanas (símbolo de la inmortalidad con sus estrellas de cinco puntas interiores) y las granadas (cuyas semillas son el legendario jugoso alimento del inframundo).

En el equinoccio de otoño, la débil luz del sol indica que el Dios ha entrado en el submundo para gobernar. La Diosa, como Anciana, retira la fertilidad de la tierra en preparación para el invierno y entra al inframundo en Samhain. Ahora es cuando el Dios se ubica en el interior de ella para renacer en Yule. Su transición hace delgado el velo atemporal, en dicho momento todo se santifica (santa) y la tumba de la Diosa como Anciana se convierte en el vientre de la Diosa como Madre. El misterio de Samhain es que el Dios de la fertilidad y del auto sacrificio es también el cazador que reúne a los muertos y gobierna el inframundo, y que la fértil Diosa Madre es también el Anciana estéril a través del cual todos debemos pasar por el renacimiento. La muerte es un paso, no un estado del ser. Es un momento para contemplar el misterio de la vida y la muerte, como enseñaban los antiguos.

Varias deidades de diferentes culturas y regiones están asociadas con espíritus guías del inframundo. Entre ellos están el Cazador Astado dirigiendo la cacería salvaje, Hermes y Anubis, o Hécate, Annis Negra, Nicneven y Bheara Cailleach. Otras deidades son consideradas gobernantes del bajo mundo, entre ellos el Señor de las Sombras, Arawn, Dis, Osiris o Hades, y la Anciana, Riahnnon, Hel o Perséfone.

En Samhain nos saludamos amablemente con los espíritus, instintivamente conscientes de nuestra conexión porque todos somos de la misma esencia, transitando el mismo camino por la vida, la muerte, el descanso, y el renacimiento.

Samhain nos brinda una ocasión para honrar a los antepasados tanto conocidos como desconocidos, conversar con mayor facilidad con nuestros seres queridos y guías espirituales, y ayudar a los espíritus que tratan de seguir adelante. Predecimos el nuestro futuro año e investigamos nuestras propias vidas pasadas meditando a través del espejo mágico. Debido a que podemos contactarnos con mayor facilidad con los espíritus, esta es una oportunidad para bendecirlos, para aprender de ellos, para recibir un mensaje, y ofrecer nuestra ayuda a esos espíritus que lo necesitan. En algunas tradiciones, este es un tiempo para cuidar las tumbas, limpiar y decorar con flores y dejando ofrendas y recuerdos. En el hogar, un santuario se puede crear en un estante o una mesa mediante la presentación de fotos y recuerdos de los seres queridos, junto con flores y una ofrenda de sal y pan. Aquí una vela blanca se puede encender en el recuerdo, porque esta es la esencia de Samhain.

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Traducción: Mebahiah

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