sábado, 17 de abril de 2010

El mito



(Witchcraft: A Mystery Tradition, by R. Grimassi, pg 35)

Como se señala en el libro “Roman and European Mythologies”, compilado por Yves Bonnefoy (University of Chicago Press, 1992) los mitos de los antiguos dioses habían sobrevivido a varios niveles hasta bien entrada la Edad Media. Bonnefoy señala que el principal vehículo fue el folclore, y que entre los paganos que viven en zonas rurales el politeísmo "persistió tenazmente" a pesar del ascenso al poder del cristianismo. Agrega que a pesar de que los seguidores del cristianismo arrasaron los sagrados templos paganos, el "culto a lo silvestre y a las ninfas", continuó progresando.

Bonnefoy describe cómo, durante el siglo VI, los jóvenes cristianos fueron educados en las fábulas antiguas y se les enseñaba a leer con una lista de nombres antiguos de deidades paganas. En el siglo XII, durante el llamado Renacimiento Carolingio, floreció el estudio del griego clásico y de los escritos romanos. Bonnefoy toma nota de que estos períodos dedicados a centrarse en la literatura pre-cristiana fueron acompañados por un aumento continuo en el neo paganismo.

En su libro “The Survival of the Pagan Gods” (Princeton University Press, 1995), Jean Seznec presenta una gran cantidad de evidencia convincente relacionada a la preservación de los conceptos paganos y de las formas de deidades en la cultura cristiana. Seznec señala no sólo el estudio continuo de la literatura clásica como un factor contribuyente, sino también a los temas paganos que fueron populares en el arte y la arquitectura, incluso en los períodos tardíos de la época renacentista.

Los elementos del paganismo sobrevivieron no sólo en la cultura popular, sino también en una forma menos diluida entre la población rural que no tenía acceso a la educación formal. Vivieron mucho más que sus antepasados paganos habían vivido, y tuvieron poco tiempo o necesidad de búsquedas filosóficas. La naturaleza y las fuerzas de la naturaleza (ya sea un santo, deidad o espíritu), dictaron la vida de los agricultores y de los habitantes de los países. Aquí también vivió el brujo, como había hecho durante incontables generaciones.

Los mitos y leyendas que encontramos en la religión de la brujería sorprendente no son sino aquellos que se relacionan con las estaciones de la naturaleza. Igualmente no sorprende la aparición de los antiguos dioses y diosas relacionados con los ritos de estación, junto con los temas paganos de gran antigüedad. En conjunto, estos se combinan dentro de los rituales de brujería para reflejar las Enseñanzas Mistéricas internas, que transmiten la esencia espiritual de la vieja religión.

El mito en la brujería consiste en múltiples capas, con varias historias que se ejecutan simultáneamente. Tres primeras sagas constituyen la base sobre la que los rituales son diseñados. Cada uno de estas contiene una mini saga, con varios personajes que simbolizan las fuerzas en acción. La primera saga se centra en la Rueda del Año, compuesto por ocho Sabbats, y se relaciona con una historia del cortejo, procreación y matrimonio del dios y la diosa.

En la segunda saga aparece la muerte del dios, que prontamente es seguido a los infiernos por la diosa. Ella entra en el inframundo con el fin de recuperar al dios, y ha sido desafiada en las siete puertas. Fortuitamente, ella se encuentra con el Señor del Reino Sombrío (su irreconocible compañero transformado) y se enamora de él. Juntos tienen un hijo que es el nuevo dios sol nacido en Yule. Dentro de la segunda saga es un tema relacionado con el Señor de Cosecha del Dios Asesinado [Dios Auto sacrificado], a quien a veces se refiere como el Rey Divino.

La tercera saga presenta el año dividido en dos aspectos fundamentales que son las fuerzas crecientes y menguantes, que marcan el período de crecimiento y el período de declive dentro de la naturaleza. Dependiendo de la expresión cultural, las personificaciones de estas fuerzas se representan como los Reyes Acebo y Roble, o bien, como las figuras del Ciervo y Lobo.

El mito dentro de la tradición Mistérica de la Brujería expresa a través de la metáfora lo que sólo puede ser interpretado y entendido de verdad por el espíritu interior. Una de la Enseñanzas de los Misterios se centra en el concepto que dentro de cada uno de nosotros hay un punto de encuentro en nuestras conciencias se conectan Fuente Divina, de la cual fuimos creados. Esto se refiere a veces como el "punto quieto" o el "espacio interior sagrado" donde nos reunimos con la Divinidad.

En "La Carga de la Diosa" (uno de los textos populares de la comunidad de la brujería) hay una sección que dirige el buscador a un viaje hacia el interior. Señala que, si buscamos la iluminación en el mundo externo ésta seguirá siendo difícil de alcanzar, la iluminación surge cuando nos encontramos con el centro divino en el núcleo de nuestro propio ser. Lo que buscamos afuera lo podemos encontrar dentro de nosotros mismos, a través de la puerta que siempre está desbloqueada en las profundidades del alma.

En parte, el mito presenta un Misterio de Rol en el que nos encontramos en la posición de personajes. A través de la identificación de nosotros con el héroe, nos alineamos con el mismo. Una vez alineados somos trasladados directamente a la corriente de energía que da poder y dirige al héroe a su búsqueda. El proceso, una vez iniciado es automático y lleva al buscador hasta lo más interno del laberinto, en el que todas las búsquedas santas o sagradas esperan en el otro lado. La clave es la receptividad y el mapa se encuentra en las huellas de los que antes que nosotros transitaron el camino.

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Traducción: Mebahiah

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