viernes, 6 de agosto de 2010

La Wicca como una religión mistérica


(The Wiccan Mystic, por Ben Gruagach, pg 21)

Cuando Gerald Gardner comenzó la promoción de la Wicca en la década de 1950, la religión cumplió con los tres criterios básicos para un culto mistérico. El sistema religioso de Gardner incluía iniciaciones formales de los miembros en grupos de trabajo o covens, había juramentos de secrecía sobre el contenido de las enseñanzas espirituales e incluso de las identidades de los otros miembros, y el culto estaba muy enfocado a prácticas de éxtasis como la flagelación ritual, el canto y el baile.

Gardner ha dejado claro en sus libros "La Brujería Hoy" y "El significado de la brujería" que sentía que su religión estaba al menos inspirada si no se derivada de los cultos mistéricos como la de Eleusis.

Eruditos como Ronald Hutton en su estudio acerca de la historia de la brujería, "The Triumph of the Moon", también muestra detalles de otras religiones mistéricas o grupos mistéricos que influyeron en el desarrollo de la Wicca. Por ejemplo, se sabe que Gardner ha participado tanto con los masones y los rosacruces, y estaba familiarizado con la O.T.O. de Aleister Crowley. Gardner incluso fue tan lejos como para encontrarse con Crowley a finales de 1940 y se le concedió una licencia para abrir un templo de la O.T.O. y se le otorgó los tres primeros grados para los postulantes. Con todas estas influencias, no es sorprendente ver rastros de ellos en la práctica Wicca.

Gardner llevó la religión mistérica a sus raíces de muchas maneras, especialmente al centrarse en las deidades paganas y en la mitología, en vez de en la mística cristiana y judía que fue predominante en la mayoría de los otros grupos mágicos y mistéricos de la época. Sus rituales y celebraciones estaban también dirigidos a honrar la tierra que era por lo general común y el énfasis en una Diosa trajo elementos feministas que estaban enormemente ausentes en los otros grupos. Mientras que otros grupos mistéricos de la época eran sobre todo sistemas de magia ceremonial, la religión mistérica de Gardner estaba muy conectada a la tierra, orientándose fuertemente hacia el hogar en lugar de un templo.

Mientras la Wicca se desarrollaba y extendía, era inevitable que la religión debiese cambiar de manera que una parte del sistema espiritual original de Gardner se diluyó. Algunos de estos cambios se introdujeron, o al menos reconocido por Gardner y otros quienes fueron de ayuda en la formación de la Wicca Gardneriana. Un ejemplo de este tipo de cambio se sintió alentado por el reconocimiento de que era posible ser un Wicca y practicar como un solitario, o ser autodidacta sin la iniciación formal por parte de un coven. Gardner y otros miembros a menudo hablaban también de la posibilidad de que otros grupos Wicca estuviesen practicando, sin ningún contacto con otros wiccanos. Este tipo de declaraciones públicas hiso que sea más difícil diferenciar a otros que se dieron a conocer como algo menos auténtico que la tradición gardneriana.

Algunos imitadores que aparecieron en la escena Wicca diciendo ser wiccas basando sus materiales en las ideas gardnerianas y, a veces secretamente distribuían documentos que no tenían conexión directa con la Wicca gardneriana por el linaje iniciático. Esto permitió una mayor variedad en la práctica Wicca y alentaron cambios en el significado entre los diferentes grupos y practicantes individuales. Algunos grupos se alejaron de la práctica ritual del éxtasis y se dirigieron más hacia las prácticas de magia ceremonial, mientras que otros abrazaron el éxtasis y prácticas chamánicas para un mayor nivel que era común en el propio grupo de Gardner. Otros pusieron menos énfasis en la iniciación formal y otros crearon una jerarquía más compleja que el sistema de tres grados gardneriano. Muchos grupos mantienen juramentos de secrecía como requisito para la membrecía. Con más solitarios apareciendo, y con los grupos deseando compartir información con otros grupos, los juramentos de secrecía comenzaron a perder importancia. Se ha llegado al punto en donde hay muy pocos secretos verdaderos en los grupos Wicca que no están publicados en algún lado.

¿Entonces es todavía la Wicca una religión mistérica, o ha cambiado lo suficiente que ya no cumple los criterios?

El primer criterio, el secreto, sigue siendo muy evidente en la Wicca. La Wicca en la mayoría de sus formas incluye los secretos, aunque la mayoría de lo que fue una vez considerado secreto está ahora oculto a plena vista. Se ha desarrollado hasta el punto en el que los secretos son realmente acerca de lo particular de las prácticas de un grupo -o individuo- emplea y cómo se integran en su sistema espiritual. A menudo los nombres de deidades específicas empleadas no son revelados, excepto para aquellos que son miembros oficiales del grupo. No importa que esas mismas prácticas y los nombres de deidades se describan en detalle en diversas fuentes públicas. El punto es que la Wicca se mantiene como un camino espiritual personal en la que los practicantes no están obligados a divulgar los detalles de su camino individual a menos que decidan hacerlo. Una forma de secrecía se mantiene.

Wicca es también en gran medida una religión de conexión personal con la divinidad. Se describe a menudo como la religión sin intermediario. En la Wicca cada practicante es capaz de servir como su propio sacerdote o sacerdotisa interactuando con la deidad, mientras que en muchas otras religiones dominantes se considera que el adorador debe ser un congregante que debe ir hasta un sacerdote autorizado a participar en rituales de unión con lo divino. Los grupos Wicca tienden a tener altos sacerdotes y sacerdotisas que conducen a sus grupos en particular, pero sirven más como organizadores y consejeros y no como intermediarios. En la mayoría de los grupos wiccanos se espera que todo iniciado tenga el potencial de desempeñar el papel de sumo sacerdote o sacerdotisa en algún momento de su vida espiritual, aunque sólo sea para sí mismos en la práctica en solitario.

Como una religión de identificación personal y de conexión con lo Divino, los wiccanos tienden a centrarse frecuentemente en las técnicas de éxtasis como cantar, bailar y meditar. El uso ritual de comida, bebida e incienso se utilizan comúnmente para estimular a los estados de éxtasis, para facilitar la conexión con lo Divino. Algunos grupos wiccanos, pero no todos, también emplean las técnicas de éxtasis más intensas como la flagelación (que es una característica de Gardnerianismo en particular), el ayuno, las técnicas de atar el cuerpo para restringir el flujo sanguíneo, las prácticas sexuales provienen en su mayoría del Tantra, y la ingestión de sustancias que alteran la mente. Diferentes individuos y grupos tienen sus propias preferencias por lo que tienden a utilizar las técnicas que funcionan mejor para ellos.

La iniciación es quizá el criterio más controversial de una religión mistérica, evaluada en el contexto de la Wicca. Algunos grupos, como la Wicca gardneriana y alejandrina, sólo admiten miembros a través de las ceremonias de iniciación formal, de manera de ser fácilmente considerado como miembro de acuerdo con la definición de una religión mistérica en este punto en particular. Algunos dicen que no es una religión mistérica para los grupos de Wicca que no requieren iniciaciones o que practican como solitarios. Si la iniciación es vista exclusivamente como un ingreso formal a un grupo ya existente esto es correcto. Si la iniciación es vista como algo más que una ceremonia formal de admisión, entonces no es tan fácil descartar a los que están fuera del marco de la iniciación.

Gardner y otros escritores de principios de la Wicca hablaron mucho de la historia de la brujería disponible en el Reino Unido, así como en toda Europa. Mientras que la tradición se refiere ampliamente a los grupos de brujos o covens también menciona con frecuencia los brujos que trabajan solos. Gardner no pasó por alto a estos solitarios, sino que los reconoció como brujos válidos, manteniendo viva las tradiciones ocultas, incluso sin contacto con grupos formales. Independientemente de si los brujos solitarios o covens existían o no antes de Gardner, la postura fue presentada por los fundadores de la Wicca que tanto las prácticas del coven y de los solitarios eran válidas.

Debemos considerar cuidadosamente lo que realmente hace a una religión particular una religión mistérica. ¿Son las manifestaciones externas como los rituales de aceptación y el mantenimiento de los secretos de los no iniciados las partes más importantes? ¿O son los elementos clave de la relación directa con la Divinidad, el uso de técnicas de éxtasis, y la idea de una iniciación espiritual?

Si la iniciación es considerada en primer lugar como un hito espiritual, un contacto personal con lo Divino, los practicantes solitarios tienen las mismas posibilidades de ser participantes en la Wicca como una religión mistérica como aquellos que pertenecen a un coven. Probablemente sea más exacto de descalificar a una práctica espiritual antes que ser considerado parte de una religión mistérica, a pesar de que podría practicar la secrecía y algún tipo de rito de aceptación formal si no hay un énfasis en la iniciación como un hito espiritual, o no utilizar técnicas de éxtasis para conectarse con la Divinidad. Si tenemos en cuenta la parte importante de una religión mistérica, la cual muchos iniciados llaman el Misterio, la experiencia directa de lo Divino, entonces tal vez el componente clave de una religión mistérica es esencialmente el misticismo.

En las religiones dominantes algunos devotos religiosos, a menudo sacerdotes, monjas o monjes, sino también a veces sólo fieles practicantes, logran un sentido de cercanía especial con lo Divino. Esta cercanía se describe con frecuencia usando el lenguaje de amor, paz y serenidad. Esto a menudo es descrito como directa, individual e intensa conexión personal con una realidad mayor, con el foco de todo el culto, la deidad. En las religiones orientales esta experiencia se describe como haber alcanzado el Nirvana o la iluminación. En las religiones occidentales esto es más a menudo descrito como la unión mística, y al devoto se lo conoce como un místico.

El núcleo de la experiencia mística es lo que todo lo abarca, y es a menudo la abrumadora trascendencia de nuestro propio sentido al encuentro -de primera mano- de una entidad, energía o sensación de unidad que se describe como la realidad última, la luz divina, o simplemente Dios/Diosa. Las diferentes religiones designan a este ser con diferentes nombres. Los cristianos lo conocen como Dios o Jehová o Yahvé. En el judaísmo, es a veces descrito como Di-s, la deidad máxima cuyo nombre no se pronuncia en voz alta. En el budismo este ser supremo es el Buda y en otras religiones orientales es un estado abstracto llamado Nirvana. Los paganos de todo el mundo utilizan una multitud de nombres para la Divinidad, y a veces describen una manifestación particular de la Divinidad como deidad matrona o patrona. La experiencia mística que parece ser universal, aunque es uno que se percibe en un sinnúmero de formas.



 
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Traducción: Mebahiah

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